El fin de semana tuve oportunidad de ver, entre otros filmes, "Guten Tag, Ramón".
Puedes llamarte cinéfilo decepcionado de la cartelera comercial en cualquier momento, cuando estamos con filmes de grandes efectos, edición y quizás hasta dirección, pero con huecos en la trama o guión, considerablemente visibles.
Ver "Guten Tag, Ramón" te lleva a un rato buenaondita, un par de horas que te adentras en una producción de buena calidad, con una historia con rasgos fuertes y bueno, hasta ahí, todo medianamente bien.
Se pueden notar las buenas actuaciones, sí, pero neta, ¿por qué sigue tan fregado nuestro cine mexicano, que esta peli la 'tuvimos que ver' para darnos una idea?
Es cosa de preguntar "¿cuál reciente película mexicana te ha parecido buena?" a un grupo de amigos y las respuestas te dejan frío.
No está pasando nada brillante con el cine mexicano. Iba a poner "nuestro cine mexicano", pero NEL, no es algo ni nuestro, ni ejemplificativo de las ganas que le echamos todos, ni mucho menos algo que esté pesando.
Bastante lejos en el tiempo están aquellas épocas fílmicas de calidad, como para festinar un filme llevado por Derbez, o que estemos en tal ausencia que, con que no esté "tan mala", nos conformemos.
Eso me quedo pensando después de haber visto "Guten Tag, Ramón": sip, una peli que cumple con el rato buenaondita, no sé qué tan hipster, pero bastante equis pensar en un nebuloso paradigma de un chavo que se trepa a un avión para Alemania y la arma así como que de "comper, soy el morenito y vine a pasarla bien".