Para los mexicanos es deporte nacional culpar al gobierno.... mientras muchos ni hacen deporte, ni mejoran al gobierno.
Esta nueva edición de marcha-exigiendo-resultados, es como un reciclaje perverso. Sí, perverso por quienes participan en cada ocasión (de derechas o izquierdas), para alimentar su protagonismo y porque lo evidente es que se quiere sacar raja de estas expresiones: sea para un partido político o por parte de los convocantes, para ver qué obtienen.
El colmo de esta nueva edición es que es un simple grito, sin mayor sustento que el de un llamado poeta, para que pare un derramamiento de sangre. Que me perdone Javier Sicilia, pero, ¿porqué hasta ahora se puso tan enfático? Evidentemente la muerte de su joven hijo es algo desgarrador, pero esto lo lleva a un mensaje que no tiene ninguna perspectiva.
Para empezar, como católico –que se jacta de ser- se va con todo contra el gobierno, por aquello de las más de 40 mil muertes, pidiendo incluso una renuncia en específico y lo hace en una capital donde han muerto ya más de 53 mil inocentes, ¿ahí no se ha derramado sangre?
Leyendo íntegro el mensaje de Sicilia, no menciona ni la palabra “aborto”, pero tampoco menciona la palabra “consumidores” en ningún momento, es decir, la guerra quiere que la paren, pero en sus declaraciones ha caído en contradicciones evidentes, sobre todo refiriéndose al ejército.
Se establece lo anterior, a partir de que el discurso no tiene ni pies ni cabeza, no establece por sí mismo nada concreto para que, el que lo escuchó diga “no, pos sí, a partir de mañana exigiré a todas las autoridades tal y cual cosa”.
Sí encamina a otros que participaron en esa jornada, pero entonces, no se entiende a qué quiere llegar, siendo algo tan parecido al clamor de Alejandro Martí en su momento.
Sin mesianismos ni protagonismos, esta sociedad parece necesitada de fortalecerse a sí misma, desde cada casa, cada formación... si eso implica replantear todos los liderazgos desde la ciudadanía, perfecto, vamos entrándole.
PS. es hiriente es palpar los comentarios aprobando y reprobando la marcha de ayer domingo.
Esta nueva edición de marcha-exigiendo-resultados, es como un reciclaje perverso. Sí, perverso por quienes participan en cada ocasión (de derechas o izquierdas), para alimentar su protagonismo y porque lo evidente es que se quiere sacar raja de estas expresiones: sea para un partido político o por parte de los convocantes, para ver qué obtienen.
El colmo de esta nueva edición es que es un simple grito, sin mayor sustento que el de un llamado poeta, para que pare un derramamiento de sangre. Que me perdone Javier Sicilia, pero, ¿porqué hasta ahora se puso tan enfático? Evidentemente la muerte de su joven hijo es algo desgarrador, pero esto lo lleva a un mensaje que no tiene ninguna perspectiva.
Para empezar, como católico –que se jacta de ser- se va con todo contra el gobierno, por aquello de las más de 40 mil muertes, pidiendo incluso una renuncia en específico y lo hace en una capital donde han muerto ya más de 53 mil inocentes, ¿ahí no se ha derramado sangre?
Leyendo íntegro el mensaje de Sicilia, no menciona ni la palabra “aborto”, pero tampoco menciona la palabra “consumidores” en ningún momento, es decir, la guerra quiere que la paren, pero en sus declaraciones ha caído en contradicciones evidentes, sobre todo refiriéndose al ejército.
Se establece lo anterior, a partir de que el discurso no tiene ni pies ni cabeza, no establece por sí mismo nada concreto para que, el que lo escuchó diga “no, pos sí, a partir de mañana exigiré a todas las autoridades tal y cual cosa”.
Sí encamina a otros que participaron en esa jornada, pero entonces, no se entiende a qué quiere llegar, siendo algo tan parecido al clamor de Alejandro Martí en su momento.
Sin mesianismos ni protagonismos, esta sociedad parece necesitada de fortalecerse a sí misma, desde cada casa, cada formación... si eso implica replantear todos los liderazgos desde la ciudadanía, perfecto, vamos entrándole.
PS. es hiriente es palpar los comentarios aprobando y reprobando la marcha de ayer domingo.