Los comentarios de Jackie a mi nota sobre la campaña de Ana Guevara por la Jefatura de la Delegación Miguel Hidalgo me llevaron a reflexiones importantes. La nota parece tener una tónica de agresión personal hacia Ana, y si así pareciera no fue esa la intención; no tengo por qué agredirla, cuando ella no me ha agredido, ni por qué ofenderla, cuando ella no me ha ofendido.
Claro es que, al menos por lo que como cualquier otro ciudadano he mirado en la prensa, ella no se distingue por ser una modosita fresita como prototípica "niña bien" (diría Loaeza) mexicana. No es como el personaje de Cindy la Regia ni mucho menos. Es claramente ruda, le gustaba mostrarse así y, es más, me parecía simpática cuando lo hacía; pero lo más importante: era auténtica, hablaba fuerte y sin miramientos.
Hacerla posar, repito, como azafata de aerolínea low cost en propaganda de aeropuerto creo que le va a salir contraproducente: era más cercana a la gente con su imagen auténtica, y eso le hubiera sido más útil en su campaña que este "makeover" que le pretendieron hacer, porque llamaba la atención y daba de qué hablar con sus apariciones en moto y luciendo el físico esculpido a base de disciplina y constancia en el deporte de alto rendimiento. Esa imagen de deportista es hoy día un capital mucho más redituable que la de azafata; no se está postulando para reina de belleza, ni para directora de escuela de urbanidad y buenos modales para señoritas católicas, así que una imagen de voluntad y probidad es más que bastante.
Como deportista olímpica en pants, con el abdomen de cuadritos y las piernas fuertes era la imagen de aquello que la juventud mexicana podría alcanzar manteniéndose alejada de las drogas, el vicio y el ocio. Con el saquito blanco y la mascada amarilla parece portada de revista de avión de Volaris. Con sus apariciones estrepitosas en público seguramente podría haber motivado entrevistas como la que su competidor Sodi dice que le hicieron espontáneamente en un partido de soccer camino a la final del torneo, y con ello hubiera ganado legítimamente tiempo en T.V. que le hubiera hecho promoción gratis. Ahora es otra candidata del montón.
Pero además al anunciar su candidatura pegada a su "grupo de expertos", su propio partido anuncia a priori que necesitará a esos "expertos" para gobernar. Claramente ningún gobernante manda solo; Gabriela Cuevas, por ejemplo, con una excelente carrera universitaria tenía en su equipo abogados, contadores, adminitradores, etc. Ignoro qué credenciales académicas tenga Ana Guevara, y no me interesa de cuáles carezca; también ella tendría derecho de rodearse de un gabinete de asesores en diversas disciplinas, pero la manera de anunciar su campaña invita la pregunta: ¿por qué ningún otro candidato pregona su "grupo de expertos" y Ana sí; qué tan mal anda?
miércoles, 27 de mayo de 2009
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Rosco:
ResponderEliminarPrimero perdón por la corrección gramatical pero creo que reflexiones se escribe con "x" como México y los Hombres "X". A todos se nos va de vez en cuando un gazapo y ese es el riesgo de escribir como diría el gran maestro y que en glora esté don Fernando Benítez.
Efectivamente, es un error cambiarle la imagen a alguien que desde mucho tiempo se ha instalado en un arquetipo claramente identificable: la fuerza, el músculo, la bravura, el coraje, etc.
Como dos errores no hacen un acierto, el PRD que no sabe nada de nada de los principios elementales de la física y de la química, quiere juntar el agua con el aceite: la Guevara con la Loeza que lo único que comparten es el género ya que las distancias humanas son galácticas.
Pero el problema sigue siendo la Guevara que se dejó llenar la cabeza de humo perredista en lugar de serenarse, vivir de sus negocios, ser entrenadora de prometedoras atletas en cualquier país del mundo ganando buen billete y vivir felizmente su condición sexual de lesbiana con quien o quienes quiera.
Respecto a Gabriela Cuevas el único "pero" o asterisco rojo es que pertenece al grupo de Santiago Creel quien como bien sabemos es hasta el momento el peor Secretario de Gobernación de la historia nacional y en cierta medida responsable del crecimiento sociopolítico del diabólico y malévolo Peje.
En efecto Loaeza y Guevara son como agua y aceite ... Ana puede ser agradable y Loaeza es una hígada.
ResponderEliminarConste, en ningún momento ha sido tema la preferencia sexual de Ana Guevara, la cual desconozco y no me importa ni la descalifica para nada.
Y pa'zafatas ya tenemos a la Barrales...
ResponderEliminarmor-dan-inof!