El pasado 30 de marzo el Presidente Calderón dijo lo que, a cualquiera que viva en México, no puede parecerle sino una de las peores sandeces que ha dicho en su mandato: que el problema de violencia e inseguridad en México no era en realidad tan grave, sino que era una "cuestión de percepción". Acto seguido comparó los indices de violencia en México con los más altos de otras naciones, que no pueden ser calificadas sino como repúblicas bananeras, por ejemplo Jamaica, Dominicana, etc.
Eso ya nos habla de 2 cosas: que quien tiene el problema de percepción es Calderón y que los Mexicanos no deberían esperar mucho de su mandato, pues al contrario de aspirar a darle mejores condiciones a su pueblo el hombre encuentra consuelo en pensar que hay otros en peores circunstancias.
En todo caso, para muestra basta un botón: el 4 de noviembre de 2008 se desplomó en una de las zonas más transitadas y adineradas de la Ciudad de México el avión en que viajaban Juan Camilo Mouriño, Secretario de Gobernación y "número dos" del gobierno de México junto con José Luis Santiago Vasconcelos, otrora titular del combate al crimer organizado.
Las especulaciones no se hicieron esperar, y a pesar de las poco convincentes investigaciones de la SCT, entonces a cargo de Luis Téllez (refugiado en la Bolsa de Valores desde las filtraciones de las que acusan a Purificación Carpinteyro) que de inicio justificaron y al final confirmaron el incidente como una falla atribuible al piloto, las especulaciones no se hicieron esperar ni han cesado, sosteniendo muchos que a Mouriño "lo bajaron", como dicen aquí, los delincuentes para asestarle un duro golpe al gobierno que emprendió una "guerra" en su contra.
Por otra parte, apenas el pasado sábado 10 de abril en Rusia, país que ha librado en años recientes una guerra en su propio territorio (Chechenya) y en el metro de cuya capital recientemente fue perpetrado un atentado terrorista apenas el 29 de marzo, se desplomó el avión presidencial Polaco, en el cual viajaba el primer mandatario de dicho país acompañado del director de su banco central y del jefe de sus fuerzas armadas, junto con buena parte de la "plana mayor" de dicho país.
Esencialmente el inicidente dejó acéfalo al gobierno Polaco por ahora, y sin embargo nadie ha siquiera especulado con la posibilidad de un atentado, ni por explosivos a bordo de la aeronave, ni por un ataque con misiles, cuando en el caso de Mouriño hubo gente que declaró haber visto un destello en lo alto del edificio de Scotiabank, ni nada.
¿Será que, como dicen los Mexicanos "el que nada debe, nada teme", que está tranquilo el que "no tiene cola que le pisen", o que "de plano" las diferencias la percepción pública de ambos casos sí es únicamente por cuestión de enfoques?
martes, 13 de abril de 2010
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