Maite Reyes Retana
Muchos analistas políticos, especialmente los identificados con la izquierda, declararon que el gran perdedor de las elecciones intermedias de 2009 había sido el PAN.
Sin embargo, es preciso señalar que el sol azteca gobernando seis estados, entre ellos la capital del país, no alcanzó ni siquiera la mitad de votos que obtuvo el blanquiazul.
Solamente en 1991, siendo un partido recién creado y sin gobernar ninguna entidad, el PRD tuvo tan malos resultados. En las pasadas elecciones, el perredismo perdió delegaciones capitalinas y municipios mexiquenses que eran, tradicionalmente, sus bastiones: Cuajimalpa, Iztapalapa, Nezahualcóyotl, por nombrar sólo algunos. Además, en la entidad que más sufragios le ha dado, es decir el DF, el 10% de la población anuló el voto.
¿De verdad el gran derrotado fue el PAN? La izquierda toda, contando PRD, PT, Convergencia y PSD, no llegó ni al 20% de las preferencias electorales, mientras que el blanquiazul alcanzó 27%.
El resultado del 5 de julio de 2009 fue una catástrofe para la izquierda, no le demos más vueltas. Y la derrota tiene nombres y apellidos: Andrés Manuel López Obrador y Jesús Ortega, ambos con sus ambiciones desmedidas por apoderarse del partido, lo destrozaron.
Lo que resulta inexplicable, hoy, es que el PRD no haya aprendido la lección. En vez de fortalecer las alianzas electorales, que harían posible detener al PRI en su cada vez más probable regreso a los Pinos en 2012, siguen permitiendo que AMLO las dinamite, a través del PT.
El problema no es el peso electoral del PT, sino que AMLO, que todavía es referente para muchos, deslegitime las alianzas y opte, al menos en el caso de Hidalgo, por crear a un nuevo Juanito en la figura de Francisco Javier Berganza.
En estados caciquiles, en los que no ha habido alternancia en 80 años, como son Hidalgo, Veracruz o Oaxaca, la oposición no puede vencer al PRI si está fragmentada, no hay manera.
López Obrador, a través del PT, le hace el juego sucio al PRI más rancio, y abona el camino de regreso de ese partido a la presidencia de la República en 2012. Dice AMLO; para justificar su postura, que sería incongruente aliarse con el PAN, y yo me pregunto: ¿no es más incongruente dejar que los cacicazgos priístas sigan gobernando?
¿No hay nadie en el PRD o en el DIA que pueda detenerlo? Si la izquierda ya tiene otro candidato fuerte de cara a la elección presidencial, ¿porque le sigue teniendo tanto miedo al peje?
miércoles, 28 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario