lunes, 1 de septiembre de 2014

Guten Tag, normalón...

El fin de semana tuve oportunidad de ver, entre otros filmes, "Guten Tag, Ramón".
Puedes llamarte cinéfilo decepcionado de la cartelera comercial en cualquier momento, cuando estamos con filmes de grandes efectos, edición y quizás hasta dirección, pero con huecos en la trama o guión, considerablemente visibles.

Ver "Guten Tag, Ramón" te lleva a un rato buenaondita, un par de horas que te adentras en una producción de buena calidad, con una historia con rasgos fuertes y bueno, hasta ahí, todo medianamente bien.

Se pueden notar las buenas actuaciones, sí, pero neta, ¿por qué sigue tan fregado nuestro cine mexicano, que esta peli la 'tuvimos que ver' para darnos una idea?
Es cosa de preguntar "¿cuál reciente película mexicana te ha parecido buena?" a un grupo de amigos y las respuestas te dejan frío.

No está pasando nada brillante con el cine mexicano. Iba a poner "nuestro cine mexicano", pero NEL, no es algo ni nuestro, ni ejemplificativo de las ganas que le echamos todos, ni mucho menos algo que esté pesando.

Bastante lejos en el tiempo están aquellas épocas fílmicas de calidad, como para festinar un filme llevado por Derbez, o que estemos en tal ausencia que, con que no esté "tan mala", nos conformemos.

Eso me quedo pensando después de haber visto "Guten Tag, Ramón": sip, una peli que cumple con el rato buenaondita, no sé qué tan hipster, pero bastante equis pensar en un nebuloso paradigma de un chavo que se trepa a un avión para Alemania y la arma así como que de "comper, soy el morenito y vine a pasarla bien".

Ni es necesario el *SPOILER ALERT* para un final que es de lo más equis... así pasa la película, sin mayor punto álgido, fácilmente con una media hora que le pudieron recortar con todas las innecesariamente extendidas escenas.
CATEGORÍA: Para pasar el rato, no más.

lunes, 24 de febrero de 2014

El día de la bandera del 2014.

Estimados conciudadanos:
Prácticamente fenece este 24 de febrero del 2014. Un Día de la Bandera más, en la historia de este inigualable país.
Si lo vemos como ceremonia, se siente re bonito, escuchar a la chamacada cantar “es mi bandera la insignia nacional…” en las escuelas, y observarla ondeando en una tarde clara.
Eso, es lo positivo, no nos lo regala nadie, es nuestro derecho como mexicanos.
Lo que no está nada agradable es leer en redes sociales manifestaciones de “ora, ai’ tienen su bandera, siéntanse bien mexicanotes”, o idioteces del tamaño de sacar que a la selección del jurgol le irá de tal o cual manera en el mundial, digo, aprovechando que hablamos del lábaro patrio… como si tuviera que ver una cosa con la otra.
Por supuesto, son fechas donde es inevitable compararse con Estonia, con Venezuela, para decir el sabio “¿qué nos creemos?, si en la Tarahumara…” y más bla bla bla.
Es preocupante observar que las notas de un medio El Deforma llegan a gozar de mayor credibilidad sobre algunos medios “tradicionales”; es para impresionarse leer las “agudas” teorías de la conspiración sobre la captura de un capo, o bien; de asombrarse en grado máximo las discusiones que se llegan a establecer sobre cosas de una política vulgar, lejana a la ciudadanía que dice representar.
Así son las cosas en un todo, mientras seguimos sin creérnosla.
Es muy personal este punto de vista, por eso está en este blog.
Caray, este día de la bandera deberíamos estar orgullosísimos de ser mexicanos, de tener todo para construir un mejor futuro. De verdad, ¡lo tenemos!
Échenle una pensada breve, y díganme, ¿estamos de acuerdo?

sábado, 18 de enero de 2014

La noche en la que murió Jeff Buckley...

Para ser sincero, no recuerdo qué hice la noche del 29 de mayo de 1997, la misma en la cual ese prometedor joven, desapareció nadando en el Wolf River, cerca de la muy musical Memphis, Tennessee.
Pude haber estado chistoseando con alguno de mis amigos, echando novia, pero algo, con mucha seguridad me dice que escuché algún track de su portentoso album "Grace".
No se ve factible siquiera tratar de establecer algo lógico en cuanto a que puedes tener un vínculo emocional hacia cierta personalidad musical, sin conocerle personalmente. Solo que, en este caso es distinto...
He agradecido tantas veces algunas canciones de ese album, he pedido tanto que descanse en paz quien regalara esa joya para la posteridad.
Su misticismo, su aprendizaje, imposible saber qué lo hizo tan peculiar. Escuchar esas canciones hacen como invaluable su legado.
Baste escuchar "Lover, you should've come over".

Esa noche pudo ser muchas noches, lo que se ha quedado para siempre, fue esta obra, todo un aporte para varias ocasiones convertidas en noches de cantar, aunque sea bajito, las piezas que se quedaron, lo que dejó... Jeff Buckley.

Descansa en paz, tu música aquí sigue,