Me da la impresión de que "El Vasco" Aguirre es el único con los cojones para decir lo que en México todo mundo siente, y todo mundo piensa, pero nadie más se atreve a pregonar a los cuatro vientos. Creo que incluso Marcelo Ebrard comparte ese sentimiento, vive en la negación de que es alcalde de la tragedia urbanística que es la capital de México, y por eso quiere imponer en el DF estrategias que funcionan en ciudades civilizadas, que no es el caso de la Ciudad de México.
El ejemplo más reciente y claro de ello es la puesta en marcha del ridículo programa "Ecobici" (www.ecobici.df.gob.mx), que pretende ser un "complemento" a la Red de Transporte Público de la capital mejicana. Aparentemente bajo la asunción de que en ciudades, repito, civilizadas (como Hamburgo, Ámsterdam, Oxford, etc.) tradicionalmente gran número de personas (particularmente estudiantes) se trasladan cotidianamente en bicicleta, a algún animal en el GDF se le ocurrió venderle a Ebrard el proyecto de comprar N número de bicicletas con pinta y pretenciones de tipo "vintage" y regarlas por la colonia Juárez, para que la gente las use en traslados cortos en esa demarcación.
La idea me extraña en un país en el que la bicicleta ha sido tradicionalmente despreciada, como signo de subdesarrollo (que en un país subdesarrollado ya es mucho decir), de atraso, etc., tanto que se usa en este país la expresión del "pueblo bicicletero" en referencia a la población pequeña, que aún vive como antaño http://www.youtube.com/watch?v=GkaI6MlKVGE, e incluso la distribuidora cinematográfica de Televisa usa la imagen de un hombre pedaleando al inicio de los "trailers" de los filmes que distribuye http://www.youtube.com/watch?v=OguwSMB-fXA en evocación a tiempos pasados.
La teoría de este proyecto sería, por ejemplo, que si alguien se bajó del microbús en Chapultepec en vez de tomar otro hacia Sullivan coja la bicicleta y pedaleé hasta allá (en menos de media hora, porque hay cargos adicionales excediendo ese lapso). Cualquier día de estos, seguramente. Ya he visto las estaciones renta (se debe contratar el servicio y aceptar un cargo a tarjeta de crédito, de $300 anuales y sobre cargos por tiempos de uso en exceso de 30 mins) y aunque no se ven llenas, tampoco se ve que haya mucha demanda, pues siempre en todas hay por lo menos un par de bicis.
Hay preguntas importantes que habría que hacer (y tal vez incluso investigar), como por ejemplo ¿a quién le compraron las bicis? ¿cuánto costó c/u? Porque en la página de Ecobici aparece en las tarifas un cargo de $5000 por una bici no devuelta en 24 hrs., caso en que me supongo la darán por perdida. Estas bicicletas no tienen la configuración de las clásicas (vintage) de turismo (con manubrios largos) y tampoco tienen velocidades; ¿cómo las seleccionaron; se licitaron o qué se hizo? Porque no parece que sean siquiera Bimex, como para al menos justificar que se pretendió ser nacionalistas y apoyar a ese productor mexicano.
Luego, para contrarrestar el tema de la falta de respeto y cortesía que se le tiene en México, y más en el DF, al peatón, ciclista y motociclista, cambiaron el regalmento de tránsito para darles a ellos preferencia sobre todos los demás. Bueno, quiero que vayan y le pregunten a los de Bici Gatto y demás grupos de ciclistas cuántos accidentes e incluso muertes han tenido en sus recorridos desde hace años, y veremos entonces como para qué va a servir esa enmienda al reglamento y qué futuro le depara al programa.
En suma, esto de "Ecobici" parece otro ridículo, cuestionable (y sospechosamente costoso) intento del actual GDF para introducir por la fuerza actividades, ideas y costumbres que no se ajustan ni corresponden a la realidad y circunstancias de la ciudad que mal gobiernan ni a la de sus habitantes. La inutlidad del projecto quedó demostrada desde su arranque, en un día en que para que el Jefe de Gobierno pudiera pedalear con tranquilidad, se reportó el cierre de calles en las proximidades del Monumento a la Madre, beneficio que, desde luego, no volverá a tener ningún otro usuario de Ecobici.
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