miércoles, 12 de agosto de 2009

HAMBRE

Maite Reyes Retana

Leo, en el portal de la BBC, que “Los mexicanos comen menos por la crisis”. En el artículo se relatan historias de vecino de Chimalhuacán que han eliminado la carne de su dieta, o que dejan de comer un día a la semana porque no les alcanza para más.
Según el mismo artículo, cifras oficiales reportan que por lo menos 2, 6 millones de familias, es decir el 9.9% del total de hogares mexicanos, dejaron de comer un día a la semana.
Cito textual: “Según la más reciente encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), 6,5 millones de hogares mexicanos cambiaron su dieta por la crisis económica.
Los datos del Módulo de Acceso a Alimentación del sondeo indicaron que el 24,5% de los entrevistados reconoció que come menos de lo que esperaba.
Los más afectados son los niños. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares, el 31% de los menores de edad tuvieron una dieta con poca variedad en los alimentos. Además, en por lo menos un millón de hogares los niños se van a la cama con el estómago vacío, reveló el sondeo.
Un dato adicional es que las familias mexicanas compran cada vez menos carne de res o verduras, y las sustituyen con alimentos ricos en calorías y pocos nutrientes.” Es decir que el cambio en la dieta incidirá en nuestros índices de obesidad.
Pero además, el informe del Coneval reveló que el 92% de los jefes de hogares pobres no tienen seguridad social, lo que limita el acceso a servicios de salud.
La tercera parte de estos hogares -la mayoría en comunidades indígenas- están fuera de todos los programas de ayuda del gobierno.
Las cifras no pueden dejar de recordarme al grupo de prostitutas del Centro Histórico con las que he tratado. Por tratarse de mujeres de más de 60 años, cobran cada servicio a 30 o 40 pesos, y no tienen clientes todos los días. Es decir que, si no cobran, no comen. Y, si comen, no tienen para pagar el cuarto de hotel o de azotea en el que duermen. Y de acceso a la seguridad social ni hablemos: las más afortunadas cobran los 700 pesos que el GDF le da a los viejitos; la gran mayoría, como no cuenta con ninguna identificación, no se ve beneficiada por esta prestación.
Y no son las más pobres: las prostitutas adictas, a veces, aceptan un rollo de papel de baño, un jabón o un refresco como pago por sus servicios.
En esta época es común ver por las calles del Centro a las llamadas “piratas” o “fantasmas”, mujeres que trabajan en oficinas y que se prostituyen esporádicamente para comprar los útiles escolares o los uniformes. Aparecen también cerca de Navidad y Reyes.
¿Que no sería bueno que Calderón se distrajera unos minutos de su obsesión con la lucha contra el narco para ver esta dramática realidad? O, si no él, que al menos Ernesto Cordero revise porque los programas sociales no están funcionando y elabore unos mejores. Para eso les pagamos.

5 comentarios:

  1. Querida Maite, iba ud. "muy requetebien" ... hasta que me contrastó la historia de los niños que se van a la cama sin dormir con la de las pirujas que cobran el acostón "de a chesco". No es menos triste que la otra, pero tiene que haber prioridades.

    Muy importante el dato de que "las familias mexicanas compran cada vez menos carne de res o verduras, y las sustituyen con alimentos ricos en calorías y pocos nutrientes"; según cifras recientes, México tiene el primer lugar mundial en obesidad infantil. Obvio es más fácil y más barato empujarle al niño un gansito o unos twinkys y ponerle el DVD o juego de video pirata que darle vegetales y comprarle equipo deportivo.

    Suena a cliché, pero es importante impulsar y procurar a la infancia. En cuanto a las desafortunadas sexoservidoras, pues habría que organizar a empresas con compromiso social (no esas que se dan en llamarse "socialmente responsables") para ver en qué pudieran ocuparlas que les mejore la calidad de vida.

    Un negocio que a pesar de la mala calidad de sus alimentos me simpatiza es la franquicia "Popeye's" de Alsea, porque emplean a personas con discapacidades; te puede tocar que te tome la orden, te prepare la comida y te despache la charola gente con sindrome de down o alguna deformidad, quienes de otra suerte difícilmente tendrían acceso a un empleo digno.

    ¡Aplausos para Alsea!

    ResponderEliminar
  2. Maite:

    El famoso "Juanito" futuro gobernante de la delegación Iztapalapa, es el mejor ejemplo de lo que una pésima alimentación provoca en el individuo y en la sociedad.

    Al igual que en el caso de los talibanes de Afganistán, donde lo mejor que puede ocurrir es rescatar a todas las mujeres afganas para evitar que se sigan reproduciendo y naciendo futuros "talibanitos." Para la infernal delegación Iztapalapa lo que procede es hacer llover toneladas y toneladas de condones y diversos métodos anticonceptivos con el objeto de evitar que los iztapalapenses como "Juanito" se sigan reproduciendo al infinito. Está por demás claro que la gran fábrica de pobres en el Distrito Federal se encuentra al oriente del espacio urbano y en la frontera con otros municipios como Valle de Chalco y Chimalhuacán que también son auténticas fábricas de pobres en el Estado de México.

    Todo ello para lograr no sólo una tasa de fecundidad y de fertilidad femeninas iguales a cero y posteriormente la reducción sostenida del tamaño de su población para que sea posible regresar a un punto de equilibrio en el que la oferta alimentaria sea superior a las demandas de la población. Además no sólo en el tema de la cantidad sino también en el tema de la calidad.

    ResponderEliminar
  3. Rosco:

    El problema es que la franquicia de Popeye's no vive sus mejores días porque lamentablemente han cerrado los establecimientos de la zona de Coapa y el de Villa de Cortés.

    Todo porque los capitalinos son fervientes creyentes únicamente en las franquicias de Kentucky Fried Chicken y las convierten en "iglesias" o "templos" inatacables.

    El consumidor mexicano por su escasa cultura de consumo e información, es de los más dóciles y fácilmente atrapables del mundo.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. Rosco:

    No soy genocida ni mucho menos pero me encantaría escuchar tu propuesta o fórmula para revertir el crecimiento de la fábrica de pobres en Iztapalapa que por muchas evidencias ya es nuestro Darfur, Chechenia, Kosovo, Irak, franja de Gaza y Afganistán.

    Si tu propuesta es infalible e incontrovertible cuentas con mi voto para el Nobel de Economía y Nobel de la Paz.

    ResponderEliminar