jueves, 26 de noviembre de 2009

Somos una isla

Maite Reyes Retana

Siempre he vivido en la Ciudad de México. Aquí nací, aquí estudié y ahora aquí trabajo. A diferencia de muchos, no lo vivo como una calamidad ni tengo planes de mudarme a provincia. Me gusta el DF, entiendo su caos y sus códigos, y sé que me sería muy complicado hallarme en otro lado.
Obviamente, aborrezco el tráfico, a los viene viene y valet parkings abusivos, la oligofrenia de muchos policías, los vagones de metro repletos y los problemas que se viven, cotidianamente, en toda gran urbe.
Entiendo pues a los chilangos que añoran la vida de provincia, la tranquilidad, el aire puro y la seguridad. Para ellos, esta es la calidad de vida a la que aspiran y que no pueden tener en la Ciudad de México.
Para mí, al contrario, la calidad de vida tiene más que ver con la oferta cultural y educativa, el nivel de los servicios, la diversidad y la participación ciudadana. Vivimos en una ciudad en constante cambio, propositiva, diversa e insumisa.
No es pues casualidad que sea en la ALDF en donde se discutan temas tan progresistas como la eutanasia activa o el matrimonio entre personas del mismo sexo, ni que las habitantes del DF demos por hecho que la interrupción del embarazo es nuestro derecho.
Alguna vez, un amigo tapatío me contó que se sorprendía cada vez que venía a la ciudad porque se sentía en Ámsterdam, porque aquí se discutían ya temas como la eutanasia o la legalización de la marihuana, asuntos por completo ajenos a la realidad del resto de la república.
En algún momento, yo creí que el DF podía ser la vanguardia en temas polémicos, y que otros estados lo seguirían. Por desgracia, México está siguiendo el camino inverso: Veracruz es el estado número diecisiete en sumarse a la ola de reformas constitucionales que atentan contra la vida de las mujeres, al establecer en su constitución el derecho a la vida desde la concepción o, lo que es lo mismo, se cancela el derecho de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos.
Más de la mitad del país, 17 estados, han decidido supeditar un tema de salud pública a consideraciones religiosas y conservadoras. No es raro que el PAN lo haga, todos sabemos que es el partido que representa a la derecha, pero que sean gobiernos priístas los que encabezan este retroceso si es de llamar la atención.
El PRI, el partido que se dice laico y republicano, se está alineando del lado de las expresiones más reaccionarias y conservadoras con tal de posicionarse bien hacia 2012. Es lógico: la iglesia y los empresarios conservadores que le apostaron al PAN en 2000 y 2006, han volteado a ver al PRI, ante el claro fracaso del gobierno calderonista. El tricolor, para asegurarse el apoyo de estos grupos poderosos, cambió su discurso.
Y la Ciudad de México se va quedando como una isla, cada vez más apartada y sola en su defensa de los temas progresistas. Espero, por el bien de todos, que no nos arrolle a nosotros también la ola yunquista que está conquistando al resto del país.

1 comentario:

  1. Maite:

    Discrepo de algunas de las cosas que escribes sobre el carácter insular del Distrito Federal. Tanto el GDF como las peligrosas mayorías aplastantes del PRD no han querido, podido ni entendido que hay que impulsar una campaña muy fuerte e intensa de salud sexual y reproductiva. Hace casi 20 años que caminaba por las calles de Madrid, España, alguna vez observé un parabus donde había un enorme cartel con un preservativo en el centro y una leyenda qe decía "Póntelo, pónselo" para prevenir VIH, ETS y un embarazo no deseado ni planeado. Me conozco la ciudad por muchos de sus recovecos y jamás he visto un cartel así no solamente por el Yunque o el PAN más moralino y mocho. También porque en el PRD hay una izquierda de rosarios y sotana que se opone a esta política pública que evita los embarazos en adolescentes y que mejora las cultura y prácticas sexuales de los individuos.
    Luego entonces al saltarse toda esta era moderna de la educación sexual, en el GDF no se les ocurrió otra mejor idea que legalizar el aborto para que literalmente se convirtiese en un deporte de alto riesgo para las capitalinas, mexiquenses y anexas. Aclarando que el aborto procede en casos muy especiales que no son los de la mayoría de las niñas que van a practicarse los legrados a las unidades médicas del GDF.
    Te recomiendo mucho leer sobre el populismo y todas las formas que éste toma para aparentemente complacer a la población pero al mismo tiempo mantener por muchos años a un grupo en el poder.
    Esa sensacional variedad cultural y educativa a la que te refieres sólo está presente en el lado poniente del D.F. porque si te vas a Iztapalapa, Iztacalco, Venustiano Carranza, Tláhuac, Milpa Alta y Xochimilco, esas zonas son unos desiertos para la excelsa condición humana.
    Leyendo tus diversas colaboraciones en este bog me das la impresión igual a lo que escribe y diceo Ciro Gómez Leyva que un dia quiere salirse del PRD y otro dia va por la renovación de su credencial de militante.

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