miércoles, 23 de septiembre de 2009

EL EMPERADOR EBRARD

Maite Reyes Retana

En 1996 se alcanzó una reforma política constitucional de enorme relevancia para la vida democrática de México. Entre otras cosas, la reforma logró que el Ejecutivo Federal dejara de tener injerencia en el Instituto Federal Electoral y se le otorgara a éste total autonomía para organizar las elecciones. Además, el Tribunal Electoral se incorporó al Poder Judicial Federal, fortaleciendo su independencia. Desapareció la figura del Colegio Electoral, y se encargó al Tribunal la calificación de la elección presidencial en lugar de a la Cámara de Diputados.
Para el DF, la Constitución reconoció la elección por voto libre, universal y directo de las autoridades. Asimismo, se fortalecieron las facultades de los órganos de gobierno local para darles mayor autonomía.
Con la reforma de 1996 se constituyó la Asamblea Legislativa del DF en sustitución de la anterior Asamblea de Representantes del DF, confiriéndoles a los legisladores el carácter de diputados. A partir de entonces, se ampliaron las atribuciones de la ALDF, permitiéndole legislar en materias en las que antes no podía.
En el año 2000 se eligió, ahora por seis años, al nuevo jefe de Gobierno y a los "delegados" o titulares de los órganos político-administrativos que sustituyeron a las antiguas delegaciones políticas.
Hasta antes de 1997, pues, los habitantes del DF no habíamos tenido autoridades electas. Fue hasta ese año en que nuestros derechos ciudadanos fueron reconocidos. Antes, teníamos un regente designado por el Presidente, que no rendía cuentas a los ciudadanos y que tomaba decisiones sobre la ciudad con la sola anuencia del Ejecutivo.
Me da la impresión de que Marcelo Ebrard, quien fue Secretario General del entonces Departamento del Distrito Federal, y llegó después al poder gracias al voto de los ciudadanos, extraña la época de la regencia, esa en la que no tenía que enfrentarse a la oposición.
Sus actos de los últimos días, como la cancelación del diálogo con los partidos políticos representados en la ALDF, su desfile de autoelogios y, más grave aun, su intento por echar abajo los triunfos del PAN en Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, hablan de un gobernante autoritario. Parece que Ebrard sigue pensando que la ciudad de México es suya, puesto que es la máxima autoridad, y que puede hacer y deshacer a su voluntad, manipulando diputados, burócratas y órganos electorales a su antojo.
Y lo peor es que Ebrard se quedó en el viejo PRI; el de los años 60 o 70, cuando los burócratas desfilaban frente al Presidente para alabarlo el 1 de mayo.
Pero mucho más grave que esta frivolidad imperial es el intento de echar abajo el triunfo opositor en dos delegaciones. El PRD no ha podido comprobar que Orvañanos y Sodi no ganaron, no ha sido impugnada una sola casilla, y aun así pretende ganar gracias a autoridades locales electorales a modo lo que no ganó en las urnas.
Este hecho de desconocer la voluntad ciudadana, expresada a través del voto, me parece gravísimo. Que Ebrard se crea emperador es su problema, pero no se puede permitir que eche para atrás los logros democráticos que se han alcanzado en la Ciudad de México.

1 comentario:

  1. Maite:

    Hola, creo que debiste titular tu colaboración como el "Emperador Fresa Ebrard"

    Lo más relevante sobre el Camacho's kid es que acaba de confesar que ya se puso de acuerdo con el pretty boy de Peña Nieto y Peña Pobre sobre la carrera presidencial del 2012.

    Muy bien, perfecto pero ¿por qué demonios no se ponen de acuerdo para otras cosas muchísimo más importantes para los capitalinos y mexiquenses?

    Como por ejemplo:

    1) Expropiar la autopista México-Toluca para desaparecer la caseta de cobro y que ya no sea un nosferatu y absurdo negocio carretero en perjuicio de la economía de ambas entidades.

    2) Creación de una super policía metropolitana sobre todo en la zona norte y oriente para evitar que el hampa se refugie en ambas entidades y se burlen de ambas policías estatales ineptas.

    3) Consolidación de un gran plan hidrológico e hidrico para ambas entidades que implique la construcción de por lo menos 20 plantas de tratamiento de aguas residuales y del entubamiento de canales como el de la compañía, el Río de los Remedios, etc., que eviten desastres como Valle Dorado y las inundaciones del sur del D.F.

    4) Plan integral para el manejo de los residuos sólidos para evitar pleitos por el Bordo Poniente y demás zona de destino final de los desechos sólidos.

    5) Endurecimiento de las medidas anticontaminantes contra el transporte de carga y de pasajeros.

    6) Construcción un super anillo megalopolitano, como el del Gran Londres, junto con los estados de Morelos, Puebla e Hidalgo para evitar que el transporte de carga ingrese a la megalópolis que ya forman todas esas entidades.

    Si ya sé la respuesta no se ponen de acuerdo en estos temas porque les vale madre el bienestar y la calidad de vida de sus gobernados.

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