Ok, somos un país que tiene todo por mejorar, viéndolo todo positivo, tenemos un reto a superar y esta potencial crisis de salud nos está enseñando muchas pero muchas cosas.
Ya nos endilgaron malamente el origen de la ahora malamente famosa enfermedad, que anda asustando al mundo. Me quedo con que el pueblo hasta eso se ha cuidado para evitar que se propague un padecimiento el cual podría ser verdaderamente desastroso.
A partir de lo que estamos transitando, creo que la situación en sí nos requiere como nación que seamos un ejemplo de limpieza, de integridad, no sé si sea mucho pedir...
A las autoridades, apartándose de teorías catastrofistas y de complot bastante extensas pero poco sustentadas, les queda dar un servicio verdaderamente eficiente. Es la gran oportunidad de quedarse sin el ánimo nefasto de jalar agua para su molino, sobre todo con la inminencia de elecciones. A la visita de Marcelo Ebrard a Los Pinos es el signo positivo que le veo: fuera mezquindades, trabajemos por nuestra gente, de verdad y sin especulaciones baratas o absurdas.
Sí, es un reto el que tenemos como mexicanos, una oportunidad para demostrar que somos mucho más que un sitio turístico, un país de sarapes y retraso, de matanzas cavernícolas o de cosas solamente folklóricas.
Como bien dice un amigo: "Mejor preocuparse de no enfermar, que de mal interpretar todo".
Hay que echarle ganas, falta una parte importante donde no podemos descuidarnos y sobre todo... en tratar de vacunarnos para el año que viene, en donde podría ser más peligrosa la segunda oleada, según dicen los expertos en epidemias.
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