lunes, 5 de enero de 2009

El edificio de la ONU ya sólo sirve para hacerlo departamentos.

En 1986 el actor y comediante Robin Williams (http://www.imdb.com/name/nm0000245/) hizo un hilarante "stand up" (prolongado monólogo de comedia) en el Metropolitan Opera House de Nueva York; en una de sus frases, que habrá sonado a chiste entonces, dijo que lo mejor que podría hacer la ONU era convertirse en edificio de condominios. No pretendo opinar sobre los hechos bélicos en medio oriente, ni hablar en pro ni en contra de uno u otro bando, sino cuestionar la utilidad del organismo creado hace casi 54 años para evitar precisamente conflictos como ese, ya que 22 años después aquél chiste tristemente parece una buena idea.

El documento fundacional de la ONU, la "Carta de las Naciones Unidas" comienza con el postulado de "Nosotros los pueblos de las Naciones Unidas, resueltos a preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra que dos veces durante nuestra vida ha infligido a la Humanidad sufrimientos indecibles ...". Según el "ABC de las Naciones Unidas", su propósito principal es "Mantener la paz y la seguridad internacionales". Según "La ONU en síntesis", "El propósito principal de las Naciones Unidas es el mantenimiento de la paz."

Para ello entre sus órganos principales cuenta con un susodicho "Consejo de Seguridad", cuyo mandato, de acuerdo con la misma Carta de la ONU, es "mantener la paz y la seguridad internacionales de conformidad con los propósitos y principios de las Naciones Unidas"; sin embargo nada ha podido hacer para prevenir, impedir ni resolver ninguna de las dos conflagraciones más notables de la presente década; de ahí el cuestionamiento a su utlidad y función.

Conste que tan amigo soy de los americanos como del pueblo de Abraham, pero la realidad es que en 2003 de nada sirvió la negativa del Consejo de Seguridad (entonces presidido por México, miembro desde 1945) al cabildeo de los EE.UU.A. (miembro fundador en 1945) para que éste se abstuviera de atacar Iraq (también miembro desde 1945) por la supuesta existencia en su territorio de "armas de destrucción masiva" (que a la fecha no han sido encontradas y cuya existencia no ha sido probada). Más aún, en todas estas décadas las instancias de la misma ONU no han logrado resolver las tensiones en medio oriente que han desembocado en los ataques al territorio israelí a finales del 2008 y el consecuente contraataque de Israel (miembro desde 1949) a la Franja de Gaza (nótese que la Autoridad Nacional Palestina aún no es miembro de la ONU, sino invitada como observador permanente).

Tal parece ser la obsolescencia de la ONU que México mismo, país prestigiado a lo largo del siglo XX en el ámbito de la diplomacia internacional (México ha tenido un Presidente de la Asamblea General y 3 jueces en la Corte Internacional de Justicia) se ha cuestionado la viabilidad de seguir pagando las cuotas a ese y otros organismos internacionales (http://www.elsiglodetorreon.com.mx/noticia/273130.mexico-evalua-retirarse-de-organismos-interna.html).

Visto lo anterior, tal vez valga la pena que los Excmos Sres. Bank Ki-Moon, Secretario General de la ONU y Miguel d’Escoto Brockmann, Presidente de su Asamblea General, considerasen la idea de Robin Williams sobre proponer que ya de plano conviertan las oficinas de esa organización en departamentos de lujo y los vendan, si no ahora, por lo deprimido del mercado inmobiliario americano, en un futuro cercano.

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