miércoles, 14 de enero de 2009

De clientes y prostitutas

Maite Reyes-Retana
El lunes estuve en una plaza del Centro Histórico del DF con algunas prostitutas a las que conozco hace tiempo. Dentro de la zona de prostitución conocida como de la Merced, en esta plaza y sus alrededores trabajan las mujeres que cobran menos, porque ya no son jóvenes o porque son adictas. De hecho, alguna vez oí a una prostituta de Sullivan referirse a ellas como "las piojosas de la Merced".

Cabe hacer notar que, como en varias zonas de la Merced, en esa plaza las mujeres trabajan de día. Se produce así un panorama urbano de lo más peculiar, en el que conviven aparentemente sin problema los niños que regresan de la escuela, los adictos, los comerciantes, las prostitutas y las personas que van a misa.

Pero lo que quiero contar hoy es algo que me llamó la atención poderosamente. Estábamos mi amiga "Isabel" y yo fumando y platicando tranquilamente cuando se acercó un hombre, un cliente. Le preguntó a "Isabel" si "Diana" no había ido ese día. Antes de seguir, he de explicar que "Isabel" lleva veintitantos años trabajando, y "Diana" es su hija.

Como "Isabel" no supo darle respuesta al cliente, éste de inmediato le habló a "Diana" por celular y, cuando ella le dijo que no iba a poder ir porque tenía problemas en su casa y que no tenía dinero, él se fue raudo y veloz al banco para depositarle, no sin antes dejarle con "Isabel" una bolsita con fruta y galletas.

Cuando él se fue, "Isabel" me contó que era maestro en una primaria cercana y que iba todos los días, sin falta, a buscar a "Diana" y a dejarle el desayuno. Y digo que me llamó poderosamente la atención porque yo pensaba, sin duda por ignorante, que los clientes no creaban ningún lazo afectivo con la prostituta, que pagaban por la media hora del servicio y se iban casi sin voltearla a ver.

Cuando, más tarde, le conté la escena a una amiga feminista, su respuesta fue: "Es que nunca pensamos en los clientes, pero imagínate lo solos que deben sentirse para creer que esa es una relación como de noviazgo".

Y tiene razón, sin duda debe haber soledad en algunos clientes que buscan, además del sexo, una conexión emocional. Sin embargo, y aunque es conmovedor el detalle de la bolsita de fruta, la prostitución sigue siendo una de las peores formas de explotación de la mujer, un acto de violencia que tiene como fundamento la idea que las mujeres somos bienes al alcance del que pueda pagar.

Algunos dicen que hay que diferenciar entre la "prostitución libre" y la "prostitución forzada", y esta corriente de pensamiento es la que pugna por llamar a las prostitutas "trabajadoras sexuales", para dignificarlas.

Yo coincido con la otra escuela de pensamiento, la que dice que toda la prostitución es forzada, ya sea por un padrote o por la pobreza, y que dignificar la prostitución es normalizar la explotación. No podemos aceptarlo, y cambiarle de nombre no sirve para ocultar la violencia a la que están expuestas todos los días las mujeres prostituidas.

Y yo me pregunto si los clientes cariñosos, como el maestro, no hacen esas cosas simplemente para acallar la culpa, por intentar ocultar la realidad de que esa mujer tal vez no accedería a estar con él si no fuera por el dinero, porque tiene cuatro hijos y un marido bueno para nada y violento. Tienen que saber, aunque intenten negárselo, que están explotando sexualmente a una mujer.

¿O no? ¿Que opinan los hombres?

9 comentarios:

  1. Maite, conste que no es apología, excusa ni defensa pero entonces, ¿cómo calificarías el acto de la chica que para sufragar sus estudios pretendió subastar su virginidad en eBay, y al ser bloqueada por ese sitio lo ha hecho a través del de un prostíbulo en Estados Unidos?

    ¿Es "prostitución libre", "prostitución forzada"? ¿En dónde estaría el acto de violencia en la idea de esta mujer? http://www.univision.com/content/content.jhtml;jsessionid=1GQSGBLWSFXZACWIAAOSFEYKZAABYIWC?cid=1669167

    Nótese que las notas disponibles no dicen que esté en estado de necesidad (por ejemplo http://eluniversalgrafico.com.mx/notas/568792.html), y que la idea le vino porque la hermana supuestamente se prostituyó para pagar la colegiatura y con eso salió adelante.

    ResponderEliminar
  2. Maite.

    Existen puntos en lo que coincido contigo y con Roscoe, en efcto existe un número grande de mujeres que son presionadas por determinadas circunstancias como la trata de blancas, sobre las que efectivamente se jerce una violencia desde el momento en que son forzadas a esta actividad, sinembargo, como señala Roscoe existen otras que deciden ofrecerse por voluntad propia en las que dificilmente puede hablarse de el ejercicio de una violencia hacía ellas, hace algún tiempo en un programa español entrevistaron prostitutas y resultó que alguna de ellas ejercía la prostitución porque le resultaba más rentable que su trabajo como secretaria, entonces ya no fue la pobreza sino una ocnveniencia económica por la que se dedicaba a la prostitución. Existe otra forma de prostitución de este tipo y es la de aspirantes a actrices, presentadoras, etc., que utilizan el cuerpo y no otras cualidades para obtener los trabajos, en este caso creo que en lugar de hablar de violencia estaríamos hablando de complicidad entre ambas partes.
    Finalmente, creo que los clientes de las prostitutas no pueden ser generalizados, entre ellos se encuentra gente con aspiraciones de poder, también algunos (como creo que sería el maestro que refieres) con serios problemas para relacionarse con mujeres, otros que tratan de llevar a cabo formas de relación que no pueden hacer con su pareja,etc., por lo que no creo que necesariamente puede asumirse que el maestro detu relato tenga sentimientos de culpa. de hecho, si fuera mi caso no los tendría por si bien es cierto que las mujeres no deben ser consideradas existe al menos un númerode ellas (pequeño si quieres)que se ofrecen como objetos por ganar un buen dinero, en cuyo caso ellas se están ofreciendo como objetos.

    saludos

    ResponderEliminar
  3. De acuerdo con Adolfo; muchas mujeres se cosifican ellas mismas para obtener cosas o acceder a niveles a los que aspiran pero no tienen los medios para lograr. Clásico ejemplo de las que no tienen cultura, educación ni preparación, pero están buenísimas y consiguen las joyas, la ropa de diseñador, el coche y el departamento de lujo haciéndose novias/amantes de hombres que sí tienen los medios para todo eso.

    En el caso de las pobres mujeres de La Merced, por lo que he leído en los diarios, creo que desafortunadamente ellas sí son víctimas de la trata de personas, pues las sacan de sus lugares de origen y las "padrotean" aquí. Alguna vez en un taxi de regreso de San Lázaro, pasando por La Merced el taxista me dijo: "Mire Sr., ahí están las "bendecidas" trabajando". Mi respuesta fue el cuestionamiento sobre qué bendición encontraba él en la situación de esas pobres mujeres y me corrigió "no quise decir "bendecidas" de bendición, sino "vende-SIDAS", porque la enfermedad es lo que venden.

    Por lo que dices del cliente de tu amiga, seguramente el tipo es alguien que ha sido incapaz de formar un vínculo afectivo efectivo con una mujer, y por eso recurre a tu amiga, como sucedáneo de una relación que no ha podido tener.

    ResponderEliminar
  4. Estimados Roscoe y Adolfo:
    creo, a diferencia de ustedes, que la violencia es de origen más que de cada caso. Es decir, crecemos pensando, hace siglos, que la mujer es o puede ser un bien al servicio de los deseos del hombre.
    Por lo tanto, las mujeres que se prostituyen de forma "voluntaria" han vivido como normal esta objetivización, el ser utilizadas por los hombres como objetos, y aceptan una saexualidad unilateral en la que solamente importa el deseo de uno.
    Este, como el de la pornografía, es un tema en el que es difícil estar de acuerdo, pero lo que me interesa es saber que opinan los hombres, osea que gracias.
    Adolfo: el término "trata de blancas" dejó deusarse hace mucho, porque hacía referencia a las mujeres blancas, europeas sobre todo, que eran enviadas a los lugares en los que sus compatriotas combatían. Hoy tendríamos que hablar de trata de morenas, de negras o de asiáticas. El término correcto es trata de personas.
    Saldos

    ResponderEliminar
  5. Querida Maite.

    Antes que nada gracias por la aclaración en cuanto al término, como señalas es un tema en el que es difícil ponerse de acuerdo, la relación que se establece en la prostitución me parece que va más allá de la apropiación de un sexo por el otro, si consideramos a la prostitución como el uso del cuerpo para obtener algún beneficio de posición o de poder, entonces existen ocasiones en las que las mujeres son quienes en el fondo aprovechan sus características o atributos para lograr una meta a partir de alguien que tiene una debilidad ante ellas, en este caso la mujer es quien a pesar de usar su cuerpo, se está aprovechando de la otra persona. Hay otro elemento que podría introducirse, y es que también existe la prostitución masculina, por lo anterior creo que más que una cuestión de géneros la prostitución es una relación de poder

    saludos

    ResponderEliminar
  6. Es grave esa situación donde se "cosifican", me parece muy acertado el término y les digo en base a un ejemplo muy visual que me topé ayer al pasar dentro de una colonia "nais" por una fiesta infantil bastante llamativa: todas las señoras pintadas de güeras, todas con ojos claros (no sé cuales sí, cuales no naturales), todas bien dotadas? ya no alcancé a ver, iba manejando, pero sí ven mi pichada? Me gustaría abundar cómo se toman esas cosas en el plano laboral, pero no quiero sonar ni una pizca machista, sólo referirme a casos de amigas que me han contado cómo ya ven algo tendiente a, en esas mejoras.

    Adolfo menciona otra cosa muy atinada... la prostitución masculina. Me contaba un amigo (obvio, español) que administra un hotel, la cantidad de parejas "tornillo" que llegan al mismo. Lo que más le llama la tención es que varios no parecen gays pero ni por error, le digo que si a alguno le prometerían algo a cambio de ir: "hombre, por supuesto"!!, me responde.

    Por algo le decía a Maite que, a partir de lo que se puede mirar en Calzada de Tlalpan, siguen existendo entonces los Chichifos.

    ResponderEliminar
  7. Queridos todos:
    la prostitución masculina existe, Tlalpan e Insurgentes son un ejemplo de ellos. Sin embargo, su presencia es muy menor a la de la prostitución femenina. Además, los clientes de la prostitución masculina siguen siendo mayoritariamente hombres.
    ¿Porque la prostitución es un producto para el consumo masculino? ¿Ustedes que dicen?

    ResponderEliminar
  8. Maite.

    Es cierto que los clientes son mayoritariamente hombres, pero resulta que ya hay también mujeres, creo que con el tiempo el número crecerá ya que es una cuestión de ejercicio de poder.

    saludos

    ResponderEliminar
  9. ¡Mira Maite; la escuincla que subastaba su virginidad ya encontró a su mejor postor!

    http://www.eluniversal.com.mx/notas/573668.html

    ResponderEliminar